miércoles, 19 de agosto de 2015

Mañana marcho para Francia!

Ya no queda nada! Mañana a la tarde me reuniré con mi familia de acogida (conté en otros posts como los conocí el año pasado y como los visite el mes pasado). 

No me queda nada! Ya se terminan todas las despedidas, y hoy diré hasta pronto a mis padres. En unas horas me llevarán a casa de mi novio y me despediré de ellos hasta mi siguiente visita. Y mañana a la tarde... mi novio me llevará a la casa donde mi familia de acogida está de vacaciones y me despediré de él también.

Y me siento... TRANQUILA. Y no me lo creo. Recuerdo que hace cinco años cuando estaba a un día de marcharme a los Estados Unidos para pasar un año ahí como estudiante de intercambio me pasé días nerviosa. Y recuerdo todo lo que lloré en el aeropuerto. Pero ésta vez estoy tranquila. Pienso que estaré a una hora de casa durante los primeros cuatro días, y que si las cosas van mal tanto mis padres como mi novio podrán estar ahí en menos de una hora en coche. Y cuando pasen los cuatro días marcharé con mi familia de acogida a 900km de distancia, pero que en avión queda a menos de hora y media. Y pienso que ésta vez no hay nada invertido (no como la vez en la que me fui a los Estados Unidos, en los que no solo habría que pagar casi 500€ en un tiquet de avión, sino que los miles de euros que mis padres habían pagado a la compañía se habrían desperdiciado). Aquí abajo os dejo una lista de cosas que me ponían nerviosa al irme a los Estados Unidos y al lado una lista de lo diferentes que son las cosas ahora:

Estados Unidos.                                                                    Francia.

Estaba a más de 10h de distancia            Estaré a hora y media en avión.
en avión.

No podía volver en 10 meses                   Podré volver cuando quiera 
ni recibir visitas (normas de                    (si encuentro vuelos decentes podré
la compañia, para asegurar que               venir a pasar el finde cuando 
viviese la experiencia al completo).          quiera.

Mis padres habían pagado miles              Si no tenemos en cuenta los regalos a 
de euros al programa, y si volvía             la familia no he gastado nada de 
todo ese dinero habría desaparecido.       dinero (ni siquiera un billete de avión).

Si algo iba mal y tenía que volver            Si las cosas van mal puedo volver y 
perdería un curso y tendría que               buscar algún trabajo.
repetir segundo de bachillerato.
No conocía a nadie ahí.                          Conozco a la familia.

Era la primera vez en irme de                 Ya he vivido una experiencia similar. 
casa para más de un mes.                                          


Las situaciones son totalmente diferentes y creo que haber pasado aquél año en el extranjero me hizo muchísimo más fuerte (ya escribiré algún post sobre mi experiencia como estudiante de intercambio en el extranjero). Y a veces pienso que tal vez mañana me ponga más nerviosa, ya que siempre suele haber un momento de mayor bajón en el último momento, pero estoy preparada para ello. Y lo que tengo claro es que si me pongo nerviosa o lloro o tengo dudas, no quiero que mis padres lo vean. A la vuelta de mi año en los Estados Unidos supe lo mal que lo pasaron ellos al recibir llamadas mías llorando todos los días durante una larga temporada. Por eso, ésta vez, si tengo momentos de bajón, llamaré a amigos, a mi novio o lo hablaré con gente que esté en la zona en la que vivo, pero tengo claro que no quiero hacera mis padres vivir una experiencia tan dura como la que vivieron cuando me fui a los Estados Unidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario