martes, 10 de noviembre de 2015

Experiencia aupair: Halloween.

El sabado pasado, día de Halloween, y con amigas estadounidenses, era un día en el que era obligatorio salir. Así que nos estenamos de fiesta en Ginebra.

Al estar los niños de vacaciones, algunas aupairs tuvieron la semana pasada libre y se fueron de viaje, pero al final nos juntamos un grupito de cinco y decidimos disfrazarnos y salir de fiesta en Ginebra. Nos juntamos en casa de una amiga y nos preparamos allí, hacia las 22.30 cogimos el coche y fuimos hasta Ferney Voltaire (pueblo francés que queda en la frontera con Suiza) y aparqué el coche ahí. Yo que no bebo fui la que condujo, pero ya que conducir en Ginebra es un lío, decidimos llevar el coche hasta Ferney y coger el autobús desde allí. 

No habíamos mirado los horarios de los autobuses, pero después de una espera de menos de 15 minutos cogimos el últimos autobús a la ciudad y en cosa de veinte minutos aterrizamos en el centro de Ginebra. 

Mi madre de acogida nos recomendó un bar en el que según ella se podía bailar y en el que el ambiente era bueno, así que después de andar media hora, congeladas y medio perdidas por la ciudad llegamos a ese bar. Pero cuando llegamos y vimos aquello, se nos cayó el alma al suelo... Era el tipico bar pijo, con musica de chill out en el que las bebidas costaban 18€ y donde la gente estaba sentada en mesas, ¡y para colmo eramos las únicas disfrazadas!



Así que tomamos algo y a 1.30 nos fuimos corriendo en busca de otro bar, ya que en Ginebra todos los bares cierran a las 2. De casualidad nos encontramos con un bar en el que fuera se veía a gente disfrazada, y entramos a tomar algo. También estaba medio vacío y la gente estaba sentada en las mesas, pero el ambiente era más acogedor y la música algo mejor. Pero como habíamos llegado tarde, en cosa de 15 minutos encendieron las luces y la gente empezó a marchar.



Y ahí estabamos, disfrazadas, en el centro de Ginebra a las 2 de la mañana, y sin saber a dónde ir. Pero conocimos a un chico majísimo que nos habló de un local y nos llevó hasta allí. Y así es como acabamos en una discoteca gay en el que pasamos nuestra mejor noche en Suiza desde nuestra llegada. 


Yo me había disfrazado de Britney Spears en "Baby one more time" y mientras que fuera nadie me había reconocido, dentro del local se me acercó muchísima gente diciendo que les encantaba el disfraz. Además, en el local cortaban la música cada 30-60 segundos, con lo cual, en vez de escuchar la mayoría de la canción, escuchabas sólo la mejor parte de ella. Pero como seguíamos en Suiza, no me quedé sin mi mini infarto. Para empezar, la entrada con una consumición y el ropero costaba 30CHF (para dos horas, porque entramos a las 3 y las discotecas cierran a las 5 en Ginebra), pero el verdadero susto fue cuando me fui a pedir un zumo, y después de servirme un zumo de botella de éstos de 33cl me cobraron 18CHF. ¡16.5€ por un zumo! Se ve que la vida en Suiza es todavía más cara de noche...

Pero todas quedamos encantadas con la noche, y volvimos para casa con la sensación de haber pasado una noche de 10. 



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