domingo, 27 de diciembre de 2015

Vuelve a casa vuelve por Navidad...

Como bien dice el anuncio de El Almendro, he vuelto a casa por Navidad.

Ya puede ser Diciembre, Septiembre o Abril, cada vez que estoy fuera de casa en otro país y veo este anuncio se me saltan las lágrimas. 

Llegué el 19, después de pasarme todo el día de viaje en coche y me quedaré hasta el 3 de enero. Dos semanas enteras para pasar con la familia, disfrutar de la Navidad y desconectar un poco de el jaleo de vivir en una casa con niños. 

Es increíble lo rápido que se adapta el ser humano a un sitio nuevo, y la extraña sensación de volver a casa y sentirte extraña no deja de sorprenderme. Volver y extrañarte por lo ligeramente diferentes que son las señáles de tráfico, poder entender las conversaciones que tiene la gente sin tener que esforzarte por ello y que te resulte extraño, despertarte y necesitar un minuto para darte cuenta de que estas en casa... Todas éstas cosas jamás dejan de sorprenderme. 

Pero ya llevo una semana aquí, y ha sido genial reencontrarme con mi novio, pasar tiempo con mi familia y dormir en mi habitación, y ahora estoy perezosa de volver a Francia. No me apetece tener que empezar con la rutina diaria de allí, ni pasar horas sola, y aunque tengo ganas de volver a ver a mis amigas de allí e incluso de estar con los niños, en general estoy encantada de estar de vuelta en casa, y me quedaría durante más tiempo aquí. 

Pero al igual que yo estoy encantada de estar en casa, tengo una amiga aupair que no para de escribirme diciendo que está deseando volver a Francia y que está aburridísima en casa. Y por otro lado están las aupairs que se han ido y que ya no volveran, las cuales, sí, están contentas de estar de vuelta en casa, pero ya echan de menos la experiencia que, para ellas, ya ha terminado.

A mí me queda otra semana aquí y voy a disfrutarla a tope, para volver con las pilas cargadas. ¡Feliz Navidad a todos!

jueves, 10 de diciembre de 2015

Y la gente se va...

Empiezan las despedidas... Llega Navidad y todos estamos deseando volver a casa, ver a nuestra familia y amigos y descansar un poco. Pero al igual que algunos nos volvemos a casa para un par de semanas, hay aupairs que se van y que no van a volver. Sus experiencias como auparis han terminado, y les toca volver a casa. 

Mi amiga Arianne es un ejemplo de ello... Una de las primeras amigas que hice aquí, y sin duda una de las mejores amigas que me llevare de ésta experiencia. Vino habiéndose tomado un semestre libre, y el sábado que viene se va a casa y no volverá después de Navidades. Y se hace duro... Todas las que nos quedamos volveremos con una sensación de vacío porque no volveremos a ser el mismo grupo de antes, dos de las chicas (Arianne y otra amiga que conocimos hace algunas semanas) no volverán, y la experiencia no será la misma sin ellas. 




Es duro, y me hace pensar en lo duro que será cuando me toque volver a casa, porque entonces no serán un par de personas a las que tal vez no volveré a ver; serán todas las amistades que he hecho que se irán enfriando y que desgraciadamente con el tiempo desaparecerán... Pero es lo que tiene irse al extranjero, cuando te vas echas de menos a la gente a la que dejas atrás, y cuando vuelves las amistades y relaciones que has creando se van difuminando poco a poco hasta desaparecer. 

Pero son cosas de la vida, y sólo nos queda el pensar en que algún día nos volveremos a ver, y que en caso contrario nos quedaremos siempre con el recuerdo de una buena amistad que duró mientras duró la aventura.